EL LOCO: Me preguntan como me transformé en un loco. Sucedió así:
Algunos hombres y mujeres se mofaban de mí y otros se encerraron en sus casas, atemorizados.
Cuando llegué a la plaza del mercado, un joven desde un tejado gritó: Es un loco!!
Miré hacia lo alto, desafiante; el sol besó ,i rostro desnudo y mi alma ardió de amor por el sol ya no deseé mis máscaras. Enajenado grité: Benditos sean los ladrones que robaron mis máscaras!
Así me convertí en un loco.
Y hallé en mis locuras la libertad y la seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido nunca, pues aquellos que nos comprenden esclavizan algo en nosotros.
Pero no permitas que me enorgullezca demasiado de mi seguridad, pues ni el ladrón en prisión se halla a salvo de otro ladrón.
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